Una vez, caminé sola hacia el abismo de tus ojos, buscando sentirme segura en ellos. Pero al sumergirme en ese mar de delirios tuyos, pasé a fomar parte de uno de mis grande temores, la adicción que me provocaba el contemplarte. El imán de tu boca y la creatividad de las palabras que emitía, tendían de una soga a lo largo de mi poesía, que era amistad. Parecia imposible que pudieses llegar a comprenderme. Todo lo que era, lo era para vos, todo lo que era..,
Era sol y luna, era estrella, noche, era otoño y princesa.
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